Los «Chacalotes» así se hacen llamar los vecinos del barrio de San Cristóbal, el barrio de los «Chacalotes», en Las Palmas de Gran Canaria.
Bañado en salitre y plantándole cara al Atlántico. Así se erige San Cristóbal, el último barrio marinero de Las Palmas de Gran Canaria, con sus sesenta casas que a cada poco se ven obligadas a darse un baño de color para cubrir la pintura descascarillada y las vergüenzas de unas canas de cal prematuras, que asoman por enclavarse tan a los pies del mar que las olas bañan, durante los temporales, sus privilegiadas fachadas de la primera línea de costa. Es el precio a pagar por la osadía de usurpar metros a Neptuno.